Aquel fatídico descenso: 25 años después
Hace 25 años, el Atlético de Madrid vivió uno de los episodios más dolorosos de su historia: el descenso a Segunda División. El 7 de mayo de 2000 quedó marcado a fuego en la memoria de la afición rojiblanca tras el empate a dos ante el Oviedo.
Un partido que se preveía complicado y que terminó certificando lo que ya se barruntaba desde hacía jornadas. El silencio sepulcral en el Carlos Tartiere al final del encuentro reflejaba la magnitud de la tragedia. Las lágrimas de los aficionados son ya parte de la historia del club.
Aquel Atlético, con jugadores de la talla de Molina, Kiko, Hasselbaink, Gamarra y Solari, estaba diseñado para pelear por cotas más altas. Sin embargo, una serie de problemas extradeportivos afectaron al rendimiento del equipo.
En el partido decisivo, el Oviedo se adelantó 2-0, pero Capdevila y Hasselbaink lograron igualar el marcador. El delantero dispuso de un penalti en el minuto 84 para dar la victoria al Atlético, pero el portero Esteban adivinó su lanzamiento.
El equipo dirigido por Antic, con Molina; Gaspar, Ayala, Gamarra, Capdevila; Aguilera, Bejbl, Hugo Leal, Solari; Kiko y Hasselbaink sobre el terreno de juego, no pudo evitar el desastre. Un golpe durísimo para todos los integrantes de la plantilla. Al Atlético le costó levantarse de ese golpe, pero demostró su grandeza regresando a la élite. Porque los grandes siempre vuelven.